Tras la visita a la exposición "Unidad del mundo"

Correo del 10 de junio de 2019

 

He esperado varios días para escribirte y asimilar el descubrimiento que me supuso la obra de José Antonio Cáceres. Aún así, no he dejado de pensar en ella en los días posteriores a la inauguración, y el domingo necesité regresar al MEIAC a verla.

(...)

Antes de iniciar la visita y sin saber nada sobre su obra, al ver la primera parte de la exposición, quedé impactado. Sentí un artista sensibilísimo, en una búsqueda profunda de lo trascendente, de lo inefable. Tenía una potencia plástica que me dejó trastocado. Se trascendía la obra como pura materialidad. Era evidente la relevancia que otorga al espacio, construyéndolo en el plano de la página, articulando o inmovilizando elementos en base a él. (...) Las pinturas, los vídeos/recreación, la novela, los cuadernos con letras-signos, los dibujos, las acuarelas o aguadas... De verdad que quedé muy impactado y salí trastocado del museo. Sentí que acababa de descubrir a un artista con el que necesitaba encontrarme, a un maestro, en el sentido de un guía estético que me presentaba algo como revelación. Descubrirlo fue emocionantísimo.

 

Por pesado que pueda resultar, no pude evitar pensar en Oteiza. Hay unos intereses que me parece que José Antonio y Oteiza comparten, que son en realidad de época: la relevancia que lo espacial adquiere en lo bidimensional y en la escritura o poesía experimental (por etiquetarlo de algún modo). Y especialmente, la necesidad de resolverse existencialmente a través de la obra de arte. Ojalá se hubiesen conocido. A Oteiza le hubiese fascinado. No sé si José Antonio conoce la obra de Oteiza, tanto la escultórica como sus poemas o collages, pero de no ser así, le fascinarían 

(...)

 

Correo del 25 de diciembre de 2019

 

En estos meses no he cambiado de opinión. He regresado en alguna ocasión más a visitar la exposición de Jose Antonio al MEIAC. (...) El impacto que me produjo descubrirlo creo que tiene además que ver con el encuentro con un tipo de sensibilidad que a lo largo de la historia me parece que domina en el arte del suroeste peninsular, digamos en lo que pudo ser Lusitania, y que -me parece- se da como una constante desde la prehistoria hasta nuestros días. En este sentido creo que en su obra se reencanta algo (iba a decir sobrevivive, pero más bien vive porque consigue estéticamente vivirlo) que corresponde a esta mentalidad, diré, original, a esta ideología estética (idea-logos, cosmovisión). Es lo que me parece que permite poner la obra de José Antonio en verdadero diálogo estético con el megalitismo o el barroco de Zurbarán, por poner estos ejemplos. El resultado que alcanza produciendo una dimensión trascendente desde el complejo plástico y estético que corresponde a su tiempo es lo que creo que sigue emocionándome en su obra.

(...)

Poner en diálogo su obra y la de Jorge Oteiza sería interesante y auguro que fructífero 

 

David Pavo Cuadrado, escultor y profesor en la Universidad del País Vasco

 

Con permiso de David Pavo Cuadrado, escultor y profesor en la Universidad de País Vasco, comparto fragmentos de los correos recibidos por lo que abren de perspectivas de análisis de la obra de José Antonio Cáceres y las certeras impresiones que nos transmite tras sus visitas a la exposición "Unidad del mundo" MEIAC (BADAJOZ- ESPAÑA).

Inmensamente agradecida.

Emilia Oliva