En esta obra, Cáceres conjuga la formas de las letras, los signos caligráficos y su tamaño en cada página para crear universos al margen de toda significación
referencial. Es la plasticidad de la formas lo que sondea Cáceres para expresar amalgamadas o simplemente contrapuestas la presencia del signo en el espacio en
blanco. La estructura seriada, las variaciones sobre la serie que se nos proponen, la inclinación, la ruptura de la férrea posición de la letra en la palabra, la
libertad de la ubicación en el espacio, la amalgama caótica o el juego de reflejos son otros tantos caminos de exploración. De la pureza del sonido aislado al
ruido de la amalgama de signos en competición por hacerse un hueco en la página, esta obra de Cáceres nos habla, negro sobre blanco, de un proceso que sugiere el
del propio universo, porque universos complejos, con leyes por descubrir, es lo que se nos ofrece en cada una de las páginas.
Emilia Oliva
|